Fractales. De lo más pequeño a lo más grande. En esta obra, el agua del mar se despliega como un vasto y profundo reflejo de la infinitud. Las dos barcas, pequeñas y flotantes, son como puntos aislados en una extensión infinita, y al principio, parecen ser meras manchas abstractas, desprovistas de identidad clara. Pero, al acercarse, el observador se ve desafiado a explorar más allá de la superficie, en un ejercicio de interpretación que exige atención y reflexión.
Las barcas, a pesar de su fragilidad, persisten sobre la inmensidad del agua, como la conciencia humana flota sobre la vasta y compleja red de pensamientos y emociones, luchando por encontrar su dirección en un mar de incertidumbre.
La abstracción inicial que percibe el observador refleja la condición humana misma: la tendencia a ver el mundo en términos simplificados, a juzgar sin profundizar. Sin embargo, al acercarse, el observador puede descubrir que lo simple esconde lo profundo, y lo que parece no tener forma es, en realidad, una representación rica de la naturaleza misma de la existencia. Así, la obra invita a una contemplación filosófica sobre la relación entre lo visible y lo invisible, lo concreto y lo abstracto, sugiriendo que todo fenómeno —por más elemental que parezca— está cargado de significados potenciales que solo se revelan a través de la reflexión y el entendimiento más profundo.
 
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Fractals. From the smallest to the largest. In this work, the sea unfurls as a vast and profound reflection of infinity. The two boats, small and floating, are like isolated points in an endless expanse, and at first glance, they appear as mere abstract patches, devoid of clear identity. But as the viewer approaches, they are challenged to explore beyond the surface, in an act of interpretation that demands attention and reflection.
The boats, despite their fragility, persist upon the immensity of the water, much like human consciousness floats above the vast and complex web of thoughts and emotions, struggling to find its direction in a sea of uncertainty.
The initial abstraction that the observer perceives mirrors the human condition itself: the tendency to view the world in simplified terms, to judge without delving deeper. However, upon closer inspection, the observer can discover that the simple conceals the profound, and what seems formless is, in fact, a rich representation of the very nature of existence. Thus, the work invites philosophical contemplation on the relationship between the visible and the invisible, the concrete and the abstract, suggesting that all phenomena—no matter how elemental they may seem—are laden with potential meanings that can only be revealed through deeper reflection and understanding.